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miércoles, 10 de diciembre de 2008

Ensalada de naranjas y bacalao

Debemos aprovechar esta estación, invierno, en la que las naranjas están en su mejor momento.
Se trata de una receta muy fácil y poco laboriosa, además de muy nutritiva y saludable. Nos ayuda a desengrasar de las anteriores preparaciones que os he transmitido y a la vez nos aporta mucha vitamina C que es muy necesaria para nuestro organismo, no sólo porque previene enfermedades, sino también porque es la que nos ayuda sobre todo a las mujeres a mantener una piel más libres de esas manchas que tanto aborrecemos, producto en su mayoría de los procesos hormonales experimentados por embarazos y los posteriores de la menopausia. Los hombres también las padecen, pero suelen aparecerles más tarde, ya en vejez, consecuencia en este caso del desgaste, oxidación, de nuestro organismo.

Ingredientes:

-1/2 kilo de bacalao salado, a ser posible en lomos o trozos grandecitos (el desmigado no sirve en este caso).
-5 o 6 naranjas, o la cantidad que nos apetezca, tipo zumo o washi, o las que queramos.
- Un manojo de cebolletas frescas.
- Aceite de oliva virgen extra.

No hace falta desalar el bacalao poniéndolo en remojo el día anterior. Esta vez usaremos otro método. Lo sollamaremos, esto es, con la ayuda de algún utensilio en el que podamos pinchar los trozos de bacalao tal cual salados (sin mojar) los acercaremos a una llama. Como ahora la mayoría de las hogares poseen cocinas vitrocerámicas o de inducción, esto resulta imposible. Pero si, por ejemplo, no se tiene un pequeño infiernillo de gas que podamos usar para la ocasión (o una chimenea, o una buena candela en el campo,  aún mejor, el gusto de las maderas ennoblecen este proceso) podemos hacer algo parecido depositando los trozos de bacalao salado en una sartén antiadherente que llevaremos al calor de la vitrocerámica. Yo no cocino en ellas, pero es un método que vale como sustitutivo del proceso de sollamación.
Con esto conseguiremos que la fibra carnosa del bacalao se vaya abriendo y la sal que lo mantiene comience a sudar, de tal forma que alguna se va eliminando. Tienen que estar bien pasados por el fuego, no importa que ennegrezcan algo.
Son cinco o diez minutos. En seguida que se han sollamado, los sumergimos en agua fría en otro recipiente.
Esperamos unos minutitos y empezamos a desmigarlo con las manos y colocarlo ya en la misma fuente donde vamos a hacer la ensalada.
A continuación pelamos y partimos las naranjas en daditos y las volcamos en la ensaladera, aprovechando siempre todo el jugo que suelten.
Posteriormente pelamos las cebolletas frescas y las cortamos también en aritos.
Lo aderezamos con un buen chorreón de aceite de oliva virgen extra, la mareamos un poquito y lista para consumir.

Nos nutrimos con las ricas y sanas proteínas del bacalao, todos los nutrientes del aceite de oliva y los beneficios de las cebollas frescas y las naranjas.

La sal ya la aporta el bacalao, el dulzor, la cebolla y las naranjas, y éstas mismas, la acidez necesaria para en combinación hacer de esta preparación una exquisitez gastronómica de primer orden.

Aprovechen ahora para probarla si no la conocen. Para las fiestas navideñas acompaña muy bien.

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