Seguidores

miércoles, 1 de febrero de 2012

Del yantar al cantar

Buenos días, queridos amigos, hoy me he levantado bien madrugadora y con ganas de trabajar, así que de nuevo he estado trasteando con los adminículos que blogger muy amablemente nos ofrece y me he decidido a cambiar de nuevo el aspecto del blog. Un poco rosa lo veo por ahora, lo que sucede es que a mis hijas e hijo siempre les ha gustado regalarme rosas de ese color, así que en honor a ellos "pinto" las paredes de esta cocina con el mismo, o uno matizado, todo hay que decirlo.

También me he animado a corregirlo un poco en su estructura. Reconozco que cuando lo fui escribiendo no le encontraba sentido a muchos de sus recursos, pero como la experiencia hace sabiduría, hoy por fin le veo sentido a algún que otro artilugio de esos que los blogueros más especialistas bautizan con el nombre de gadget. Aún lo tengo "en obras", por lo que les ruego me disculpen todas las molestias que pueda ocasionar.

Y haciendo todo esto, se me ha ocurrido que ya que no tengo muchas ganas de escribir recetas, bien podría a cambio hacer una entrada con un poema que un amigo me facilitó hace tiempo. Me ha gustado mucho, aparte de que me ha hecho mucha gracia, porque nada es más bonito que todo un enorme poeta  se dedique a cantar a las más humildes cosas que nos rodean, esas que de puro acostumbrados a ellas, olvidamos como susceptibles de ser ensalzadas por la obra de arte, cuando el verdadero artista, jamás  ha practicado ese olvido.

Y como no tengo a mano una fotografía de aquello a lo que el poeta canta, les dejo con una de otro elemento muy presente en la gastronomía, otro igual de humilde, si no más.

De camino aprovecho para dejarles mi más cariñoso saludo, que hacía ya mucho tiempo que no pasaba por aquí para expresárselo.

Que tengan todos ustedes un buen día (y noche, que este mundo es redondo, bien grande y gira sobre sí mismo alrededor del sol, a dios gracias, todo hay que decirlo. La noche, bendita noche, ¡menos mal que alguien la inventó! )

Ahora la foto, y, después, el poema (a ver si adivinan de quién es antes de llegar a su final, ;)).



Cebolla

Luminosa redoma,
pétalo a pétalo
se formó tu hermosura,
escamas de cristal te acrecentaron
y en el secreto de la tierra oscura
se redondeó tu vientre de rocío.
Bajo la tierra
fue el milagro
y cuando apareció
tu torpe tallo verde,
y nacieron
tus hojas como espadas en el huerto,
la tierra acumuló su poderío
mostrando tu desnuda transparencia,
y como en Afrodita el mar remoto
duplicó la magnolia
levantando sus senos,
la tierra
así te hizo,
cebolla,
clara como un planeta,
y destinada
a relucir,
constelación constante,
redonda rosa de agua,
sobre
la mesa
de las pobres gentes.
Generosa
deshaces
tu globo de frescura
en la consumación
ferviente de la olla,
y el jirón de cristal
al calor encendido del aceite
se transforma en rizada pluma de oro.
También recordaré cómo fecunda
tu influencia el amor de la ensalada
y parece que el cielo contribuye
dándote fina forma de granizo
a celebrar tu claridad picada
sobre los hemisferios de un tomate.
Pero al alcance
de las manos del pueblo,
regada con aceite,
espolvoreada
con un poco de sal,
matas el hambre
del jornalero en el duro camino.
Estrella de los pobres,
hada madrina
envuelta en delicado
papel, sales del suelo,
eterna, intacta, pura
como semilla de astro,
y al cortarte
el cuchillo en la cocina
sube la única lágrima
sin pena.
Nos hiciste llorar sin afligirnos.
Yo cuanto existe celebré, cebolla,
pero para mí eres
más hermosa que un ave
de plumas cegadoras,
eres para mis ojos
globo celeste, copa de platino,
baile inmóvil
de anémona nevada
y vive la fragancia de la tierra
en tu naturaleza cristalina.

(Pablo Neruda)

(Aprovecho para decir que cebolla y perejil, en crudo ambos, son exquisitos añadidos para cualquier tipo de aliño o ensalada, sobre todas esas que se pueden elaborar con hortalizas tales como la remolacha, la coliflor o las mismas zanahorias. Nuestro aporte culinario, que no faltara. Yo creo que al poeta Pablo Neruda no le molestaría en absoluto que, a la vez que leemos su poema pudiéramos pensar en  actividades tan cotidianas como es el buen yantar, sino más bien lo contrario. Al fin y al cabo entre "yantar" y "cantar" sólo hay una letra de diferencia, y eso bien que lo saben los poetas.)

5 comentarios:

Carlos Serra dijo...

Qué bonito Loli, que bonito.

Anónimo dijo...

Qué amable y qué atento es usted, señor GW Carlos (algún día tendrá que explicarme qué significan esas dos iniciales delante de un nombre tan bonito). Muy agradecida por su pronta respuesta.

Loli Giráldez

carmen dijo...

Me he llevado una alegría al reencontrar el blogg, que creía cerrado.
Creo que las recetas son magníficas e incluso tienen su parte de antropología sevillana.
Muchas gracias, Loli

Anónimo dijo...

Muchas gracias a ti por esos piropos, Carmen, y por tu visita.

Loli Giráldez

Anónimo dijo...

'hermosura no quepa encarcelada
entre tan tal vaivén, sonoro incienso,
si encantando cantantes las Palabras'